Los electrodomésticos son responsables de más del 50% del consumo de energía eléctrica en el hogar. Un electrodoméstico es eficiente si ofrece las mismas prestaciones que otros consumiendo menos energía. Esto se indica a través de las etiquetas energéticas, que son obligatorias para frigoríficos, congeladores, lavadoras, secadoras y lavavajillas. Existen 7 etiquetas, clasificadas con letras que van de la A a la G e identificadas cada una con un color. En el caso de los frigoríficos tenemos también etiquetas A+ y A++, que son los más eficientes.